El mantenimiento regular de los purgadores de vapor es importante para evitar pérdidas de energía y mantener la eficiencia del sistema. Dependiendo del área de aplicación, deben revisarse al menos una vez al año. Los purgadores de vapor mecánicos de alta resistencia o los modelos de procesos críticos deben revisarse a menudo cada seis meses.
Los purgadores de vapor térmicos también deben revisarse con regularidad, ya que los depósitos pueden afectar a su funcionamiento. Los purgadores de vapor de cápsula y de membrana son especialmente duraderos, pero no están exentos de mantenimiento. Una unidad con fugas u obstruida puede interrumpir el flujo de vapor y ocasionar costes.
Con un mantenimiento específico, los fallos pueden detectarse en una fase temprana y el funcionamiento puede optimizarse. Como expertos en sistemas de vapor eficientes, recomendamos una estrategia de mantenimiento personalizada y adaptada a su sistema.